Han pasado unos minutos, y sigo como cuando él se fue con una sonrisa en la cara, y yo con su número en mi móvil. Intento guardarlo, pero el nerviosismo se apodera de mí, y el tembleque. Mis amigas me miran flipando, y yo... Yo miro al infinito. Al rato noto mi móvil vibrar, porque lo que es oír... No... Es un whats. Es un whats suyo... Miro al móvil.
"¡Hola! ¿Qué tal estás? Bueno, que quería decirte que si quieres que quedemos a las ocho, para ir a cenar... Y tal."
Me quedo muda... ¿Yo? ¿Cenar con él y sus amigos? ¿Sus amigos y él cenar con mis amigas y yo? Por favor, si esto es un sueño, que me pellizquen ya, gracias. Mi mente no sabe qué decirle, pero mi corazón sí. Y, como si un impulso electrico tratase, empiezo a escribir...
"¡Pues ahora muchíííísimo mejor! Jijiji. ¿Y tú? ¿Qué tal estás tú? Y vale, a las ocho quedamos. Pero... ¿Dónde?"
Noto a mis amigas a cada lado de mí leyendo lo que nos escribimos. Me río. Me pongo un poco nerviosa... Jo, tarda en contestar...
Esther: Va, Olga, relájate, que ahora te... - empieza a chillar - ¡QUE YA ESCRIBE!
Me rio mucho y mis nervios aumentan. Pff... Es que aún no me creo que, por un choque, tenga todo esto... ¡Gracias, destino!
"Mmmm... ¿En qué hotel estáis?"
Sonrío mucho por lo que creo que está pensando.
"En un hotel de aquí de la playa. Si vienes a donde estamos... Quizá... Lo sepas;)"
"¿Eso es una inderecta diciéndome que quieres que vaya a donde estás y así nos vemos?:)"
"Mmmm.... Jijiji, sí;)"
"Ahora mismo vamos, no os mováis:)"
Vale, Olga, relájate, tranquila. Van a venir, y.. ay, no me gusta nada cómo voy... Mis amigas se tumban como si nada en la toalla, las miro y las pregunto.
Olga: Ah, que ahora no estáis nerviosas... ¿No? - riendo.
Esther: Si supieras el nudo que tengo en la garganta... - sonriendo con nerviosismo.
Marina: Yo me tumbo, porque sino, me caigo. - nos reímos las tres - ¿Y tú? ¿Qué?
Olga: Yo... Yo me voy al agua, y cuando les vea aquí, ya si eso vengo o me ahogo de los nervios, o no sé... - nos reímos.
Me meto en el agua y empiezo a nadar un poco bastante para dentro, hasta donde se puede nadar. Adoro esta playa, es tan cristalina, tan... perfecta. Hago pie, así que me pongo de pie y me quedo mirando al infinito. Jopé, es que no me creo que le haya conocido... No sé, todo está yendo tan perfecto, que incluso me da hasta miedo. Me giro disimuladamente, y veo que ya están sentados con Esther y Marina. Aaayyy, no... Qué nervios más tontos, por favor. Bueno, tontos, tontos... exactamente no. Les miro por el rabillo del ojo y veo que él, me está mirando. Ay, por Dios. Va, Olga, actúa con normalidad, venga...
Respiro hondo. Decido estar un poquito más aquí metida, en el agua, me meto otra vez al agua. Estiro los brazos para arriba, cojo aire, y me dejo hundir. Cuando salgo me echo el pelo hacía atrás. Venga, ya es hora de salir. Nado un poco hasta donde hago mejor pie.
Ya estoy en la orilla, me cojo el pelo y me lo pongo a un lado, y mientras voy a la toalla, me lo voy escurriendo.
Se ha levantado airecito, normal, ya es un poco tarde. La noche va a caer en cosa de unas horitas. Les veo y sonrío. Le miro a él, y le sonrío un poco tímida. Mientras le sonreía agachaba la vista.
Olga: Hola... - bastante avergonzada.
C (X): - coge su toalla y me la pone. Sonrío como una tonta. - Hola, bonita - dándome un beso en la mejilla.
Olga: Gracias, bo.. bonito - aún con la vergüenza.
Nos presentamos y nos volvemos a sentar en la toalla grandecita que Marina trajo. Yo me siento al lado de él. Al rato me doy cuenta de que sigo con su toalla tapada.
Olga: - quitándome la toalla - toma, bonito. Que no me había dado cuenta, perdón... - se la doy.
C: No me importa que la tengas, en serio. - Me mira a los ojos y yo le miro también a los ojos. Me pierdo en sus ojos y él se pierde en los míos. Estamos embobados mirándonos. Al rato decido apartar la mirada de sus ojos con una sonrisa enorme. Miro a la arena un tanto avergonzada.
J: ¿Es muy vergonzosa, Esther?
Esther: Uy, para lo que quiere... - reímos.
JC: Pues parece que es muuuy vergonzosa para todo, eh. - reímos otra vez.
C: Y más va a estar si no parais de hablar de ellas, bobos - reímos de nuevo.
Olga: Ay... es que no me creo que por un choque le haya conocido... No me creo que tenga su número de teléfono, que podamos hablar... No me lo creo. Os conozco a todos, no sé, es lo que viene siendo perfecto. Y me da miedo tantísima perfección - riendo.
P: Soy yo, ¿o esta chica habla genial?
Olga: ¡Halaaa!
C: habla genial, y es genial.
Vale, Olga ya no está, Olga está enterrada. ¿Cómo me dice esooo? Así sólo consigue matarme.
Olga: El genial eres tú, bonito - sonriéndole.
Dan las siete de la tarde y seguimos aquí, en la playa, hablando y riendo por todo. Cojo el móvil y miro la hora.
Olga: No sé vosotros, peeeero una se va al hotel, a darse una ducha y a arreglarse, porque son ya las siete.
Marina: ¡Qué rápido pasa el tiempo al lado de ellos, en serio!
Esther: ¡Y que lo digas!
C: Pues os acompañamos al hotel y... nos vamos al nuestro a cambiarnos, ¿No, chicos?
J: ¡Claro!
JC: ¡Las acompañamos y ya nos vamos al nuestro, sí!
Olga: No hace falta, bonitos. - sonriendo.
P: Que sí, que sí hace falta.
Olga: Pero...
JV: ni peros ni peras, ¡vamos!
Nos acompañan hasta el hotel, y cuál es nuestra sorpresa, de que estamos en el mismo hotel alojados. No me lo creo, en serio. El destino está muy conmigo, y eso es raro...
Me ducho yo primera, por haber sido la primera en coger la habitación. Mientras Esther se ducha, Marina y yo estamos mirando qué ponernos. Yo me decido por un vestidito de lentejuelas, negro, cortito y de palabra de honor. Precioso. Con unos zapatos de tacón un tanto bastante altos, negros también. Cojo el bolso de fiesta. Pequeño, que apenas cabe nada... Pero bueno, el móvil y el monedero, si entran.
Al rato ya estamos todas casi listas. Estoy maquillándome cuando llaman a la puerta. Mierda, mierda, mierda. Las otras dos me han dejado para arreglarme el pelo y maquillarme la última, y no me da tiempo. Sé perfectamente que son ellos.
Esther: ¡Olga! ¡Vamos, hija! ¡Que ya estamos todos!
Olga: ¡Esther, calla! ¡Que me habéis dejado para la última!
Marina: Sí, el peinarte y maquillarte... - riendo.
Olga: ¡Ir bajando, porque me estáis poniendo nerviosa!
C: Tranquila, Olga, que no pasa nada.
Olga: - sonrío. Termino de maquillarme, recojo las cosas y las meto en el neceser, y salgo. Veo que están todos en el balcón. Voy para allí - Bueno, ¿nos vamos? - se giran todos, y se quedan embobados mirándome, incluido las putillas de amigas que tengo - Ay... - avergonzada. Agacho la cabeza sonriendo y con las manos delante, agarrando el bolso.
C: - se acerca a mí y me levanta la cara - estás preciosa... - dándome un besito en la mejilla.
*Medio mes, después.*
Ya llevamos medio mes de vacaciones, y estamos, todos, para dos meses. Es increíble lo rápido y "lento" que pasa el tiempo. Sí, todo a la vez. Rápido porque no quiero que estas vacaciones acaben y lento porque no veo la hora de ir al concierto del mes que viene.
Hemos vuelto a quedar todos los días. Estamos juntos desde por la mañana, hasta que acaba la noche y nos vamos a dormir. Y ahora hemos vuelto a quedar. Y me está pasando lo mismo que la primer vez que quedamos por la noche...
Voy con una falda de tubo, cortita, claro. Una camiseta de mangas anchas, un poco trasnparente, y mis tacones negros con mi bolso negro. Salgo del baño, y esta vez les veo a todos sentados en la cama.
Olga: ¡Lista! - dando una vuelta sobre mí misma.
C: - me mira de arriba a abajo y se queda embobado. Agacho la cabeza sonriéndole, y poniéndome el pelo detrás de la oreja. Se acerca a mí y me susurra - Cada día que pasa, te pones más preciosa - dándome el típico beso en mi mejilla. Sonrío.
Olga: Tú también estás precioso... Me encanta la corbatita - cogiéndole de ésta.
Esther: Hacen una pareja estupenda.
Marina: Ya ves... Son tal para cual.
JC: Parecen que ya son novios y todo.
P: La verdad es que sí, fijaros siempre en sus gestos y todo...
J: Dos cosas, o son novios o...
JV: - le corta a J - o están locamente enamorados.
Me río por los cuchicheos que tienen los seis y agarro a C por la cintura.
Olga: ¿Así mejor, no? - riendo.
C: Vaya seis, en serio - nos reímos todos a la vez.
Nos vamos a cenar y después a tomar unas copas. Hay mucha gente en el local y yo me salgo fuera. Estoy un poco cansada por los tacones, y tal, y además agobiada por la gente de dentro. Cuando estoy fuera me siento en un banco que hay que mira a la playa, y cojo el móvil. Llevo desde por la mañana sin ver Twitter.
Escribo "La Luna brilla tanto, que me enamora..." y le hago una foto a la Luna y lo subo a Twitter. Varios amigos me contestan al tweet diciéndome que es al revés. Que soy yo la que enamora a la Luna, y demás tonterías. Me río y les contesto. Noto unos brazos en mis hombros, y eso hace que pegue un saltito.
Olga: ¡Ay! - le miro y le doy en el hombro flojito - eres tonto... Me has asustado, jo...
C: Lo siento, boba. ¿Te pasa algo, bonita?
Olga: No, nada, que me agobiaba ahí dentro...
C: Ya... normal, yo también... ¿Vamos a la playa? - y sin contestarle, empiezo a andar.
Olga: ¡Leeeento! - con una sonrisa chulesca. Voy ya bajando por las escaleras.
C: - al rato le veo a mi lado - qué rápida eres!!
Nos quitamos los zapatos, y empezamos a andar. Mi mano derecha va rozando con su mano izquierda. Voy sonriendo y con la cabeza agachada, tímida. Noto que su brazo pasa por encima de mis hombros y, automaticamente sonrío mucho más y le agarro por la cintura con mi brazo derecho. Llegamos a la orilla y dejamos los zapatos en la arena. Llevo el bikini debajo de la ropa, porque una vez me querían meter con la ropa, pero llegó él defendiéndome y al final me dejaron en paz. Empieza a refrescar y yo en manga sisa..., genial... Se da cuenta y me abraza por atrás. Sonrío como una idiota. Me giro entre sus brazos y meto las manos por debajo de su camiseta y me apoyo en su pecho. Cualquiera que nos vea, pensará que somos novios...
C: - me separa un poquito de su pecho - Eres preciosa, Olga.... - apoya su frente en la mía. Estamos muy juntitos, nuestros labios podrían rozarse si giramos un poco ambas cabezas. Oímos cuchicheos. Sé perfectamente que son los demás, que están deseando que seamos pareja, que nos besemos... Pero eso no creo que suceda... O sí, quién sabe. Pero, no sé, es un poco pronto para que nos besemos... No quiero resultarle fácil de entrar, ni fresca, ni nada... Me separo.
Cojo el bolso y saco el móvil. Veo que tengo unos cuantos tweets y whats. Leo primero los Whats. Sonrío como una enana. No les contesto nada del otro mundo, solo pongo un "Que decida el destino por nosotros...:)" y voy al Twitter. Millones de tweets de mis amigas. Me rio. Están diciendo que quieren petarme las menciones... Ya se enterarán, ya... C me saca de mis pensamientos.
C: ¿Qué te parece si mañana, en vez de quedar todos juntos, quedamos tú y yo? - sonriendo.
Olga: ¡Perfecto me parece, bonito! - sonriendo.
C: ¿Damos un paseo? - agarrándome por la cintura y pegándome a él.
Olga: Uuummm... Vale, pero ¿sabes que estos nos van a seguir?
C: Sí, sí, ¡cómo para no saberlo! - riendo.
Cogemos las cosas y empezamos a andar. Al rato de andar por la orilla, me canso. Es muy tarde ya, y encima estamos al lado del hotel, y me entra morriña... Me siento en la arena y miro a la Luna mientras él se sienta detrás de mí y me agarra con fuerza.
Olga: Tengo sueño... Pero no me apetece irme a dormir... Quiero estar contigo...
C: - se ríe - Si quieres dormimos juntos...
Olga: Me parece genial...
Me levanto y él se levanta conmigo. Volvemos a estar igual de pegados que hace una hora... A dos centímetros de su boca estoy... No sé qué hacer... Tengo miedo... Miedo de que él no quiera algo más que un lío... Me separo lentamente.
C: ¿Te pasa algo, Olga? - volviéndose a pegar a mí.
Olga: No, bonito - sonriéndole y separándome.
C: ¿Te molesta esto? - pegándose a mí.
Olga: ¡Para nada! Pero me da vergüenza... Están estos mirándonos...
C: Aah... Lo siento, pequeña. - Vale, acabo de morir.
Olga: ¿Nos vamos al hotel? - sonriendo.
C: ¡Claro, vamos! - empezamos a andar pero le paro, le miro a los ojos, le doy un beso en la mejilla y le agarro de la cintura. Vamos al hotel hablando de todo un poco, vamos agarraditos y sonrientes. Muy sonrientes. No nos damos cuenta y ya estamos saliendo de la playa y poniéndonos los zapatos. Cuando nos ponemos los zapatos le vuelvo a agarrar de la cintura. Ambos sonreímos. Y ahora llega el momento de la despedida... Estamos en la puerta de mi habitación.
Olga: Bueno... No vemos mañana, ¡eh! - sonriendo.
C: ¡Claro, boba! - dándome un beso fuerte en la mejilla - Descansa, enana.
Olga: Igualmente, cielo.
Se va andando y yo me quedo buscando la tarjetita de la puerta... Me vuelvo loca... No la encuentro, joder... Miro bien en este jodido mini bolso. Nada. La cartera. Me siento en el suelo y saco todo lo que tengo y miro bien. Guardo todo. ¡Tampoco, joder! Mi corazón empieza a acelerarse... ¡Mierda! Si las tienen las chicas... Y van a tardar en venir, jo... Miro para mi derecha, buscándole, y le encuentro.. Voy corriendo a él.
Olga: ¡Espera! ¡Espera! - llegando a la puerta. Gritando para que no cierre.
C: - saliendo de la habitación - ¿Pasa algo, Olga?
Olga: Verás... Yo tenía pensado una cosa... Pero... como que me he quedado en la calle... Es que las chicas se llevaron la tarjeta... Y no puedo pasar... - agachando la cabeza y tocándome la nuca.
C: ¿Y qué tenías pensado? - agarrándome de la cintura para meterme en la habitación. Cierra la puerta con la mano que le queda libre.
Olga: Ponerme el pijama y venir para hacerte compañía, porque sé que te quedarías despierto - sonriendo con cara de niña buena.
C: - se ríe - Pues pijama de chica no tengo, pero sí camisas mías... Si te sirve... - sonriendo pícaramente.
Olga: - me río - me sirve, me sirve.
Me da la camisa y paso al baño a cambiarme. Me queda un poco bastante grande. Ancha y larguita. Me gusta. Salgo con la ropa en la mano y la pongo encima de su maleta, junto a mis zapatos y mi bolso. Mientras él se cambia yo aprovecho para cotillear Twitter. Mientras preparo dos cubatas y chuches. Sí, estos chicos tienen de todo. ¡Me gusta! Salgo con los dos cubatas y las chuches a la terraza, lo dejo en la mesa, y pongo dos sillas mirando a la playa. Hago una foto a "mi chiringuito" y la subo a Twitter con el siguiente texto...
"Noche de confesiones con la Luna de testigo..."
Al rato noto que unos brazos rodean mi cintura, sonrío. Sonrío mucho.
Olga: ¿Sabes? Parecemos novios... - echando mi cabeza hacía atrás.
C: Ya... - riendo.
Olga: Va, siéntate ahí, y confiesa cosas.
C: ¿Cómo cuales? - sentándonos.
Olga: ¿Tienes novia? ¿Crees en el amor? ¿Eres de relaciones serias o de un polvo de una noche y al día siguiente si te visto no me acuerdo? - cogiendo mi cubata, subiendo las piernas y agarrándomelas con un brazo. Pego un sorbo a mi cubata.
C: No, no tengo novia. Sí, bueno... algo creo en él. Soy de relaciones serias. ¿Tú?
Olga: - sonrío por todas las respuestas - No, tampoco tengo novio. Sí creo en el amor. Soy de relaciones serias.
Estamos un rato hablando, de tonterías varias, de cosas más serias... Ya llevamos unos cuantos cubatas, más los que llevábamos cuando salimos del local. Yo voy un poco bastante contentilla. Entramos a la habitación y yo me tiro a la cama. Veo que él sonríe pícaro y se pone encima de mí y empieza a hacerme cosquillas. Río como nunca, empiezo a patalear, a moverme mucho por la cama mientras le grito "¡Para, para!" entre muchísimas risas.
askjdgsakdg<zjdhisadfgisdufhisudhfiusdhfiudhfiouGWDYASGKIYGIKL Que cosa más bonita por dios!!!! Te lo digo una vez más PEDAZO ESCRITORA!!!!
ResponderEliminarTe quiero bonita!!!!