miércoles, 26 de diciembre de 2012

De ensueño.

Me despierto pronto, a las cinco de la mañana, para ser más concretos. Pero no me importa, madrugar para lo que va a pasar en unos días. Voy llena de vida a la ducha, pero claro, siempre sonando él. Siempre suena en todos los sitios a donde voy. Me ducho y visto con ellos de fondo, y mientras me maquillo, para disimular las ojeras, miro todos los whats que me enviaron mis chicas a la noche, porque yo me fui a dormir prontito. Sonrío como una idiota, las adoro tantísimo... Cuando ya estoy maquillada y peinada, les doy los buenos días y voy a por la maleta. La cojo y mientras voy llamando al taxi, para que venga a buscarme y me lleve a Barajas. Estoy esperando en mi portal, es verano y el airecito que hace a estas horas, se agradece un poco bastante. Mientas espero me pongo a escucharles. No sé cómo, pero siempre me hacen sonreír. Ellos y mis chicas. Al rato llega el taxi, me monto y me lleva a Barajas. En todo el trayecto no he dejado de escucharles.
A los minutos ya estoy en Barajas, esperando para montarme en el avión. Y aquí estoy, sentada en una silla incomodísima, pero ellos hacen que, en el lugar que esté, ya sea un cuchitril, o algo así, hace que todo sea especial. Al rato veo que la gente se pone a hacer cola para embarcar ya, y yo me levanto corriendo y me pongo de las cuartas o así. Y sin darme cuenta, ya estoy en avión, escuchándoles y siendo la mujer más feliz del mundo. Voy al lado de la ventanilla. Desde que era una enana me gustaba ir al lado de ésta, y ahora, con veinte años de vida, no va a ser menos. El vuelo se retrasa un poquito, pero ya a los minutos bastantes largos, despegamos. No hay paisaje más bonito que ver las nubes mientras amanece. Aprovecho y hago una foto a las nubes y la subo a Twitter con un adjunto de texto "Volar; sensación de liberación..." Y por fin, a las horitas, llego a mi destino. Voy a por la maleta y voy buscando la puerta de salida del aeropuerto. Cuando la encuentro y salgo, me paro y cojo aire. Empiezan las mejores vacaciones de mi vida. Rebusco en mi bolso las gafas de sol y cuando las encuentro, me las pongo y empiezo a buscar otro taxi. Tuve que ahorrar un montón para estas vacaciones, y sé que cuando llegue a mi casa voy a tener lo justo y necesario como para pagar el alquiler del piso, las facturas, para comer, para pagar el seguro del coche, la gasolina y poco más. Porque está claro, que todos los caprichos me los voy a dar aquí. Cojo el taxi y les digo el hotel donde me voy a alojar con mis chicas. Ninguna de mis chicas vive aquí, pero digamos que este fue nuestro punto de encuentro. Llego al hotel de las primeras, o eso creo. Voy a recepción y pregunto por la habitación para tres que teniamos resevada. Pregunto por el nombre que dejamos y me da una llave y me acompaña a la habitación. Cuando entro, me voy directamente a la terraza a mirar las vistas a la playa que tenemos. Son simplemente perfectas. Me encantan.
Han pasado unas horitas, y aquí estoy, con mis chicas tomando el sol. Cada una está a su rollo, con su móvil, pero hablamos. Hablamos por el grupo y le damos envidia a las demás. Me hago una foto y la envío. Y mis dos amigas del alma, hacen lo mismo. Las otras están súper contentas y con envida, pero según ellas de la sana. Las digo que si quieren venir a dar un paseito por la orilla y me dicen que ahora no, que están muy a gusto como están. Me rio y me levanto de la toalla. Y con un "Ahora vuelvo, putillas mías", me pongo a andar. Voy sin móvil ni nada, por si me apetecía meterme al agua y vaya, menos mal que hice caso a mi instinto, porque me están entrando unas ganas tremendas de meterme. Y así lo hago, me meto al agua y empiezo a imaginar una vida al lado de los chicos a los que el grupo escuchamos. Sonrío bastante. Al rato salgo del agua escurriéndome el pelo y mirando al suelo; mientras sigo con mi paseito. Voy tan concentrada en mis pensamientos, que me choco con un chico.

O:  Ay, perdón... - le digo.
X: No pasa nada, señorita. - Levanto la vista. No me lo puedo creer. Es él. Empiezo a temblar como nunca pensé que iba a temblar. Mis nervios aparecen, y mis ganas de llorar aumentan, pero de emoción, de sorpresa. Y sin darme cuenta, me pongo a llorar... - Ey, bonita, ¿le hice daño? No llore, por favor...
O: No, no me has hecho... hecho daño... - entre sollozos - Eres... Eres tú... - Se da por aludido y sonríe.
X: Vaya, una fan - riendo - Creo que ya sé porqué lloras.
O: Sí.. seguro... - me intento tranquilizar, y más o menos, parece que lo consigo. Dejo de llorar - Bueno... No te esperaba por aquí... - riendo - Si lo llego a saber me traigo el móvil para una foto... - empiezo a reír -
X: - se ríe - siempre te puedo acompañar hasta tu toalla y nos la hacemos, ¿no?

Vamos a la mi toalla. Qué agradable es... Qué majo... Nunca pensé que iba a dar un paseo con el chico que hace que, con solo empezar a cantar, me olvide del mundo. Llegamos a la toalla y las chicas se quedan súper impresionadas. Cojo el móvil y veo que tengo whats del grupo. Luego los leeré. Le pido a una amiga que nos haga la foto, y así hace. Nos la hace pero con la condición de que yo le haga una a ella con él...
Hace un rato que nos hicimos la foto, y el chico está con nosotras. De verdad, estas vacaciones son las mejores de todo mi puta vida. Estoy hablando como si nada con él. A veces hacemos una pausa para que, ambos, miremos los whats que nos envían. Les suelto a mis chicas un "Callar perris, que estoy intentando mantener una conversación con el chico que hace que nos evadamos del mundo;)" y seguimos hablando.
Al rato me dice que ya se tiene que ir, que tiene que volver con los demás, y nos despedimos. Cuando veo que se está alejando, me siento en la toalla y me vuelvo a poner las gafas de sol mientras miro al mar. Mis vacaciones no son unas vacaciones normales, son...

X: - veo que se acerca de nuevo a nosotras - O, ¿me dejas tu móvil un segundo?
O: ¡Claro, toma! - se lo doy. Oigo que recibo un whats y que él recibe otro -Vale, ya tengo tu número, y tú el mío. ¡Hasta luego! - y se va.

Me quedo pasmada. Tengo su móvil... Definitivamente, estas vacaciones son de ensueño...

No hay comentarios:

Publicar un comentario