"Una mañana cualquiera.
La chica se despierta y se sienta en la cama. Se queda mirando una zona de su cuarto y a los minutos reacciona y se levanta de la cama y va yendo a la cocina mientras se frota los ojos con sus manos.
Se desayuna su típico vaso de leche con colacao y vuelve a su cuarto.
Supone que iba a ser otro día normalito, como el de ayer... Bueno, el de ayer fue mucho peor. Se pasó el día llorando.
Simplemente porque se sentía vacía. Nadie le hacía una muestra de cariño. Y cuando le llegaba un whats era por alguno de los tantos grupos que tiene... Se sentía vacía, sola.
Se ducha, se cambia y decide salir a dar un paseo por el centro. Llevaba las gafas de sol puestas, escondiendo esos ojazos marrones que tiene y que cuando la miras a los ojos te cautivan y enamoran.
Pasa a unas cuantas tiendas de ropa y mira algunos vestidos, faldas... Pero nada, no hay de su talla. La chica se deprime, pero sigue mirando tiendas, imaginándose con esa perfecta ropa que ve que solo se la puede poner gente delgadita. Al salir de la ienda se choca con un chico. El chico la mira y sonríe. Le gusta su físico. Es distinto a las demás. No está gorda ni muy delgada. Tiene sus curvitas y eso hace que el chico se quede embobado con ella. Mira a sus ojos pero no puede ver más allá de esas gafas de sol con el cristal negro.
Quiere verla a los ojos, y no sabe como.
Por otra parte está la chica, tímida y avergonzada. Mira al chico. Está muy bien. Como todos los chicos de hoy en día, la verdad.
Este chico es un punto medio. Ni muy fuerte, ni muy 'fofo', ni gordo ni delgado.
La chica mira a los ojos del chico y sonríe infinitamente. La chica se ha enamorado de sus ojos. Pero rápidamente piensa y se dice a ella misma que no se haga ilusiones... Que nadie a iba a amar como ella les suele amar... La chica se quita las gafas de sol y se las pone como diadema y cuando el chico le ve los ojos, se queda embobado mirándolos.
Sinceramente, han tenido un flechazo. Cupido les ha juntado. Cosas del destino, quizá.
MESES DESPUÉS...
La chica ha encontrado el amor verdadero y el chico también. Ambos han encontrado a alguien que les cuide, que les abrace en las duras tardes de invierno, que les consuele cuando lloran...
El chico tiene clarísimo, aunque a penas lleven unos meses juntos, casi un año.
Él le pide por no sé cuanta vez a la chica una cita. Ella acepta y se arreglan. Se van a un restaurante a cenar. Su aniversario sería dentro de poco, pero el chico estaba fuera de Madrid, por un viaje de negocios...
En el postre él se levanta y se arrodilla ante ella y mientras saca una cajita y la abre, pronuncia las tres palabras que cambiarían sus vidas por completo... A mejor.
- ¿Quieres casarte conmigo?
Ella acepta encantada y se tira a sus brazos y se besan. La gente el restaurante aplaude ante ese espectáculo tan precioso que poca gente hace ya.
Su amor fue juzgado por muchos, pero ellos se hacían sordos. La gente de su alrededor se quedaba flipando. Como ella ha conseguido a un chico que se fije en ella pese a sus caderas y al estar rellenita. Como ella ha conseguido enamoar a un chico así. Sus amigas se sentían felices al ver que por fin su amiga iba a probar el agrio y dulce sabor del amor.
Los amigos de él le decían que podía conseguir a otra chica mejor que esa, pero él les contestaba con un "el físico no lo es todo." "
martes, 23 de julio de 2013
Vuelvo a traficar.
"No puedo, en serio, no puedo. Tengo miedo de no volver a verle. Después de haberle visto en un concierto, siento que no puedo volver a tirarme años sin verle. Le necesito demasiado. Ya no le escuchó igual. Ahora le escucho como si estuviera viéndole, como si estuviera en el concierto.
Lloro al escuchar las canciones que cantó, se me eriza la piel y me invade ese sentimiento llamado FELICIDAD. Ahora me imagino sus gestos que hace en los conciertos, y lloro. Es como viajar al pasado. Necesito a Melendi ya.
Necesito un concierto otra vez. No pido imposibles. No pido abrazarle, porque es impisible. Pido volver a levantar los cuernos y QUE ÉL ME VEA.
Necesito que me sonría al ver que le he guiñado un ojo.
Necesito volver a llorar al verle salir al escenario.
¿Pido mucho? Yo creo que no..."
Y cuando le dije eso a mis guerreras, no sabía que a los días siguientes me iban a decir que iba a volver a verle. ¡Que le vuelvo a ver! ¡Que vuelvo a traficar! Es increíble. Gracias, destino, por portar tan bien conmigo últimamente.
Lloro al escuchar las canciones que cantó, se me eriza la piel y me invade ese sentimiento llamado FELICIDAD. Ahora me imagino sus gestos que hace en los conciertos, y lloro. Es como viajar al pasado. Necesito a Melendi ya.
Necesito un concierto otra vez. No pido imposibles. No pido abrazarle, porque es impisible. Pido volver a levantar los cuernos y QUE ÉL ME VEA.
Necesito que me sonría al ver que le he guiñado un ojo.
Necesito volver a llorar al verle salir al escenario.
¿Pido mucho? Yo creo que no..."
Y cuando le dije eso a mis guerreras, no sabía que a los días siguientes me iban a decir que iba a volver a verle. ¡Que le vuelvo a ver! ¡Que vuelvo a traficar! Es increíble. Gracias, destino, por portar tan bien conmigo últimamente.
Mi sueño cumplido. 06-07-13.
Llega la hora del concierto y no salían, y todos "MELEEEENDI, MEEELEEEENDI", y a las once y diez o por ahí apagaron las luces. Nervios a flor de piel. Veo salir a todos, Rufo, Jopi, Alex, Javi, Enzo... y yo ahí pensé que me moría. Y empecé a chillar y a aplaudir, acompañando a los demás Guerreros/as.
Empiezan a tocar y yo viendo a Melen fuera del escenario, y de repente... ¡ZAS! Sale cantando y todos gritando y cantando. A mí se me saltaban las lágrimas sin darme cuenta. Era increíble que estuviera a metros de él. ¿Tres metros, quizá? No sé, estaba cerca. Tercera/segunda fila. Yo me moría cuando dijo con su perfecta voz masculina "¡BUENAS NOCHES, TORREVIEJA!".
¡Llega el gran momento! ¡El momento DAMEL! Autofotos. Presenta la canción, risas, sonrisas, lágrimas, chillidos de mi parte... De todo. Y empieza a cantar. Claramente, mientras cantaba la canción a mí se me ponían los pelos de punta y lloraba.
Empieza a sonar la melodía... Esa melodía de esa canción que tanto me puede... Cierra los ojos. Nada más empezar él a cantar yo estallé a llorar. Como ya he dicho, esa canción me puede muchísimo. Me vió llorar y yo intentaba cantar, pero no podía. No podía cantar y verle a él esa carita de sufrimiento...
Y bueno, después de las lágrimas, la tristeza por esa canción, vuelven las risas, aplausos, levantamiento de cuernos, de cantar... ¡En una canción casi se resbala! Puso cara de "¡¡EEEH!! ¡POR LOS PELOS!"
Cuando se venía a donde yo estaba, no dejaba de sonreírle y me dije "hazlo" y le guiñé un ojo. Él al verme me sonrió e hizo amago de reír, pero no podía, porque estaba cantando.
Llega el momento de la "última" canción y se va. ¡Todos otra vez a llamarle! Sale y canta las últimas canciones de verdad.
En Billy el pistolero es skjdnasdjasd. Sacamos a Billy en volandas, ¡sí señor! ¡EH... EH... EH... EH... EH EH EH EH! (solo quien haya ido al concierto de esta gira, me entenderá).
Nos pide un favor y es "¡La foto Facebook!" yo pensé que me moría. ¡Que detrás de ellos iba a estar yo! ¡Levantando los cuernos! Increíble.
Y bueno, me compré una camiseta. Una perfectísima camiseta de esta gira y ya... acabó el sueño perfecto. Jopé, yo quería volver a repetir la noche...
Foto Facebook.
Foto concierto.
Vídeos.
Empiezan a tocar y yo viendo a Melen fuera del escenario, y de repente... ¡ZAS! Sale cantando y todos gritando y cantando. A mí se me saltaban las lágrimas sin darme cuenta. Era increíble que estuviera a metros de él. ¿Tres metros, quizá? No sé, estaba cerca. Tercera/segunda fila. Yo me moría cuando dijo con su perfecta voz masculina "¡BUENAS NOCHES, TORREVIEJA!".
¡Llega el gran momento! ¡El momento DAMEL! Autofotos. Presenta la canción, risas, sonrisas, lágrimas, chillidos de mi parte... De todo. Y empieza a cantar. Claramente, mientras cantaba la canción a mí se me ponían los pelos de punta y lloraba.
Empieza a sonar la melodía... Esa melodía de esa canción que tanto me puede... Cierra los ojos. Nada más empezar él a cantar yo estallé a llorar. Como ya he dicho, esa canción me puede muchísimo. Me vió llorar y yo intentaba cantar, pero no podía. No podía cantar y verle a él esa carita de sufrimiento...
Y bueno, después de las lágrimas, la tristeza por esa canción, vuelven las risas, aplausos, levantamiento de cuernos, de cantar... ¡En una canción casi se resbala! Puso cara de "¡¡EEEH!! ¡POR LOS PELOS!"
Cuando se venía a donde yo estaba, no dejaba de sonreírle y me dije "hazlo" y le guiñé un ojo. Él al verme me sonrió e hizo amago de reír, pero no podía, porque estaba cantando.
Llega el momento de la "última" canción y se va. ¡Todos otra vez a llamarle! Sale y canta las últimas canciones de verdad.
En Billy el pistolero es skjdnasdjasd. Sacamos a Billy en volandas, ¡sí señor! ¡EH... EH... EH... EH... EH EH EH EH! (solo quien haya ido al concierto de esta gira, me entenderá).
Nos pide un favor y es "¡La foto Facebook!" yo pensé que me moría. ¡Que detrás de ellos iba a estar yo! ¡Levantando los cuernos! Increíble.
Y bueno, me compré una camiseta. Una perfectísima camiseta de esta gira y ya... acabó el sueño perfecto. Jopé, yo quería volver a repetir la noche...

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