Una mañana cualquiera del mes de Septiembre. Empiezan las clases. La chica se levanta a la hora para que la dé tiempo de ducharse y vestirse.
Se levanta sin ánimo alguno, solo tiene el ánimo de que volverían las risas de los recreos con sus amigos de la infancia. Los del barrio. Los de toda la vida...
Una vez termina de ducharse y vestirse coge la mochila y se va para el instituto. Nada más entrar se despide de su vecina, un año más pequeña que ella. También amigas desde la infancia.
Sube sin ánimo alguno las escaleras, tiene demasiado sueño como para empezar ya a dar clases.
Cuando llega a su destino, su aula, entra y va directa a su sitio. Deja la mochila colocada en el respaldo de la silla y se sienta encima de la mesa, para hablar con su amiga.
A los minutos le ve entrar, se queda paralizada, y haciendo que atiende a la conversación que tiene con su amiga.
Finalmente la mira a ella, para disimular, y la dice cualquier tontería, cosa que causa que ella diga otra y la chica estalle en carcajada.
Mira al chico, al chico que hace unos minutos le estaba comiendo con la mirada, al chico que no dejaba de mirar con cada paso que daba.
Deja la mochila en su mesa, que está al lado de la chica, y se va para el pasillo.
Cosa causante de que la chica se levante y vaya también al pasillo con la escusa de "¡A ver si llega!", refiriéndose a su amigo, a su mejor amigo.
La siguiente semana igual, todo igual, pero cada día está más loca por ese chico. Cada día tiene más conversación con ese chico.
Todos y cada uno de los días hacen el tonto, él la hace de rabiar a ella, y ella, claramente, se queja. Luego él la agarra de los brazos, por atrás, y la apoya en una de las mesas y se inclina él también hacia la chica.
Finalmente se separan por un quejido de la chica, por "me haces daño" en chillido. Para que él no se dé cuenta que a ella no le importa nada que le "abrace" de aquella manera extraña.
Al día siguiente igual, igual de tontos, y ella no, ella no está igual, ella tiene una sonrisa enorme, se ha propuesto a sonreír cada vez que le mira. Se ha propuesto a intentar conseguir que él se enamore de su sonrisa... O mejor, de ella...
Ella no sabe si el chico está loco por ella, lo que sí sabe es que cada día le quiere más, cada día está más enamorada de él...
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