Ganas de ver a Daniel.

Mil ganas de "Guasap!", de verle en acción, de ver su sonrisa, su risa, sus ojos... En definitiva, en ver a él.

Ganas de reír, ganas de llorar de alegría, ganas, muchas ganas de todo. Ganas de ser feliz. Porque podemos decir, por lo menos yo puedo decir, que soy feliz viéndole a él. Viendo hacer cualquier cosa, escuchándole por la radio. Es que con mínima cosa que haga y yo le vea o le escuche ya soy súper feliz.

Vamos a abreviarlo en:

Ganas de ver a Daniel.