Lo más bonito en la vida es tener un ídolo. La gente que no tiene no sabe que se siente.
Yo por suerte tengo varios. Pero los más importante son dos, los únicos que les veo y me sacan una sonrisa, que hacen que haga lo imposible por ir a verles. Uno a la salida del plató y otro por conciertos.
Para mí son únicos. Ellos son mi vida, el que me hace sonreir a diario y el que me hace amar la música como una loca.
Daniel y Melendi. Ellos. Los que están día a día en mí. Uno por la TV junto a sus compañeros, y otro por la música.
Son lo más bonito. Y nadie me lo puede negar.
Chicos, gracias por aparecer en mi vida; os quiero.
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